Estás en un punto de inflexión profesional. Como ex CEO o propietario de una empresa, has tenido toda una vida de experiencias y éxitos. Quizás hayas vendido tu empresa, te hayas retirado ya o hayas dejado tu puesto anterior.
Ahora, estás en un momento de transición, valorando tus opciones. ¿Deberías volver a un puesto ejecutivo? ¿Probar en consultoría? ¿Involucrarte a fondo en una causa humanitaria? ¿O tal vez tomarte un tiempo para disfrutar de la vida?
¿Cómo quieres que sean los próximos 10 años de tu vida?
«Quiero» versus «tengo que»
Si estás lidiando con estas preguntas u otras similares, ¡felicidades!. Estás entre los pocos afortunados que tienen la oportunidad de descubrir qué quieren hacer a continuación, frente a lo que deben hacer a continuación.
Como ejecutivo en transición, esta puede ser una situación desconocida para ti. Ya no estás escalando la montaña hacia el éxito. Ya has demostrado tu valía y has logrado seguridad financiera. Has dirigido y desarrollado empresas. Has trabajado muchísimo, quizás con sacrificios significativos en tu vida personal y familiar.
Listo para un nuevo reto
Lo que realmente desees en esta nueva etapa de la vida dependerá de muchos factores, especialmente teniendo en cuenta la situación personal y familiar, tus intereses personales y tus valores. Algunos en esta situación optarán por viajar, pasar tiempo con sus seres queridos y disfrutar de la libertad de responsabilidades sin preocupaciones adicionales.
Pero hay otros que no están listos para retirarse, aunque tampoco quieren volver a un nuevo rol de CEO. Los llamo árboles de hoja perenne, porque son aquellos que siempre quieren seguir creciendo. Estas son personas que quieren continuar aprendiendo, desafiándose a sí mismas y contribuyendo con su talento.
Muchos árboles de hoja perenne que han pasado años dirigiendo negocios pueden no saber exactamente qué hacer con todo su talento, su tiempo y toda esa energía incontenible. Desafortunada … o afortunadamente, no hay un mapa para este punto del viaje.
El don de la claridad
Ante estas circunstancias, muchos ex ejecutivos reflexionan sobre lo que los CEO hacen mejor: tomar decisiones y poner acciones en marcha. Inmediatamente evalúan nuevas oportunidades o se embarcan en proyectos de consultoría. Al apresurarse por este camino, muchos pierden la gran oportunidad de reflexionar profundamente sobre lo que realmente quieren, definir sus valores y descubrir su propósito. Y, en realidad, este proceso de autoexamen podría conducir a algo más emocionante y personalmente satisfactorio.
Si eres de hoja perenne, mereces darte el regalo de la claridad antes de embarcarte en la siguiente etapa de tu viaje. Tómate un tiempo para reflexionar sobre estas preguntas:
• ¿Qué quieres realmente?
• ¿Qué es lo más importante para ti en tu próxima oportunidad ideal?
Define tus valores
Ten en cuenta que no te he planteado: «¿Qué quieres hacer a continuación?» Sería un salto precipitado. Estas preguntas tratan sobre la definición de tus valores personales: lo que te impulsa y las prioridades que son más importantes para la forma en que vives, trabajas, te defines y logras la felicidad. Algunos ejemplos de estos valores pueden ser:
• Marcar una diferencia en mi comunidad
• Dedicar mi experiencia para beneficiar a otros
• Divertirte
Para contemplar tus valores, necesitas tiempo y espacio. Ve más despacio. Hay que salir del » modo acción «, y esto puede ser realmente difícil para algunas personas autoexigentes. Es hora de reflexionar. Valora ir a un lugar tranquilo, sentarte con un bolígrafo y papel, y hacer una lluvia de ideas sobre las preguntas importantes. Lo más probable es que tus respuestas sean bastante diferentes respecto a cuando eras más joven.
En los últimos 18 años como Vistage Chair, siendo coach de líderes empresariales y profesionales, he trabajado con multitud de clientes en sus transiciones profesionales. He descubierto que, en esta encrucijada, la mayoría de los líderes están motivados por deseos diferentes respecto a lo que eran antes sus vidas. E incluso las preguntas que se hacen son diferentes.
Compruébalo tú mismo. Tómate el tiempo de considerar las siguientes ocho preguntas y no rehuir las respuestas que sean honestas, audaces y sencillas:
1. Después de trabajar tanto durante tantos años, ¿cómo quiero que sea la próxima fase de mi vida?
2. ¿Qué me daría un mayor sentido de significado, propósito y realización?
3. ¿Qué siento que tengo que devolver, tras lo que he vivido?
4. ¿Cómo puedo aprovechar mis décadas de experiencia, conocimiento y sabiduría adquirida?
5. ¿Cómo puedo seguir aprendiendo y creciendo?
6. ¿Cómo puedo ganar dinero sin agotarme?
7. ¿Qué puedo hacer que me permita tener el tiempo que quiero con mi familia y para mí mismo?
8. ¿Cómo puedo llevar una vida relevante, marcar la diferencia y dejar un legado?
Tu brújula personal
Ya has sido el capitán de un barco. Has liderado el camino por la visión, los objetivos y la misión de la empresa. Tu desafío en el futuro quizá es capitanear tu propio barco, navegando por las aguas inexploradas de lo que traiga esta nueva etapa de tu carrera y de tu vida.
Al obtener claridad sobre lo que es realmente importante para ti, se puede abrir un nuevo conjunto de posibilidades y encontrar una nueva dirección, una que sea adecuada para ti y en la que puedas contribuir con tu talento, experiencia, energía y pasión. Sin duda, tus mejores años aún pueden estar por delante.
Este artículo se publicó primero en Vistage US. Puedes leer la versión en inglés aquí.