Gestión del talento

Ningún líder alcanza la cima del éxito por sí solo. Los grandes líderes trabajan duro para contratar un equipo variado y capaz. Comparten una misión, una visión y un propósito claros. Se aseguran de que todos en su equipo sepan por qué su función es relevante e importante para la estrategia. E incluso entonces, los grandes CEOs se dan cuenta de que eso es solo el comienzo.

Los CEO exitosos siempre se esfuerzan por mejorar y continuar aprendiendo, y sus equipos también desean lo mismo. En nuestra encuesta del Índice de confianza para directores ejecutivos de Vistage del primer trimestre de 2021, el 91% de los directores ejecutivos dijo que la capacitación y el desarrollo de sus empleados era importante o muy importante. Esta inversión es clave para lograr los objetivos y tener una fuerza laboral comprometida, especialmente a medida que aumenta la batalla por el talento. Sin embargo, con tantas opciones, puede resultar difícil determinar qué enfoque de aprendizaje y desarrollo funcionará mejor para tu empresa.

Al hablar con cientos de líderes a lo largo de los años, he notado que existen algunas prácticas recomendadas que hacen que ciertos programas de aprendizaje y desarrollo de los empleados sean más efectivos:

  • Aplicación de la vida real a sus objetivos: en lugar de programas de capacitación que duran solo un día o una semana y se olvidan rápidamente, los programas de desarrollo más exitosos son continuos, con un seguimiento que ayuda a integrar el aprendizaje en el trabajo real. Obtener inspiración de los libros es importante, pero se vuelve exponencialmente más valioso cuando el equipo se reúne para discutir lo que aprendieron y cómo se puede aplicar a su empresa.
  • Un enfoque común: cuando todos en la organización tienen el mismo conjunto de valores y siguen el mismo contexto, los equipos se alinean, y esto lleva a una mejor colaboración y resolución de problemas. Tener un lenguaje común hace que el equipo vuelva a encarrilarse cuando la comunicación falla o surgen desafíos.
  • Perspectivas externas más allá de las paredes de tu organización: cuando los empleados se reúnen con personas ajenas a la organización de diversos orígenes y experiencias, pueden acceder a nuevas formas de pensar: nuevas perspectivas que desafían el status quo. Las perspectivas externas que no están limitadas por el conocimiento institucional pueden ofrecer perspectivas nuevas y objetivas sobre una solución.
  • Se aplica a todos los niveles de liderazgo: los grandes líderes reconocen que las ideas más innovadoras pueden provenir de cualquier nivel de la organización y aprovechan ese concepto al considerar la capacitación y el desarrollo. Los mejores programas de formación no son iguales para todos. Conocen a sus empleados, y honran su función única dentro de la empresa por cómo contribuye al éxito colectivo. El crecimiento y la participación de tus empleados no solo tiene un impacto en sus objetivos, sino que también genera una mejor retención y una cultura de aprendizaje que beneficia a todos.
  • Coaches con perspicacia empresarial y un historial de éxito: los coaches que han sido directivos y dirigen grandes organizaciones entienden de manera innata cómo traducir los objetivos del CEO en un programa de aprendizaje y desarrollo para toda la organización, desde líderes de alto potencial hasta gerentes intermedios, o la alta dirección. Se aseguran de que los líderes de cada nivel están equipados con las habilidades y competencias que necesitan para ejecutar.

Sin grandes empleados que estén capacitados con las habilidades y competencias adecuadas, incluso las estrategias más inteligentes fallarán. Los mejores líderes te dirán que inviertas en las personas porque produce un mejor trabajo en equipo, una mejor colaboración y toma de decisiones, y mejores resultados. Los mejores CEO se aseguran de que sus equipos desarrollen la capacidad de tener éxito en un entorno en constante cambio. Eso significa dar voz a tu gente en tu organización y asegurarte de que tengan autonomía y competencia para actuar.

Lo más importante es que el éxito proviene de la vivencia de una cultura de aprendizaje, desarrollo y acompañamiento continuos. Esta creencia de que “siempre hay más que aprender” permite a las organizaciones superar los contratiempos de hoy y prepararse para los desafíos y éxitos del mañana.

Este artículo se publicó primero en Vistage US, puedes leer la versión original en inglés aquí.