Desde los administradores hasta los publicistas, nadie en ninguna empresa es inmune a la desafortunada realidad de que, a veces, la vida pasa. Como líder empresarial, eso te incluye a ti, saber lidiar con los problemas personales y de liderazgo de tu empresa.
Encontrar el perfecto balance entre vida y trabajo ha sido el tema clave de muchos libros, podcast, webinars, sesiones de mentoring. Pero ahora, en nuestra cultura del estar permanentemente conectados y disponibles, no es tanto una cuestión de encontrar el balance si no de ser un maestro de la integración vida-trabajo. El problema de liderar una vida en la que las prioridades profesionales y personales están entrelazadas es que – especialmente para líderes que soportan ambas cargas en mayor medida – cuando algo en un extremo del espectro se tambalea, todo lo demás amenaza con venirse abajo también.
Hay publicados muchísimos consejos sobre cómo apoyar a los empleados en épocas de estrés como ofrecer programas de asistencia in-situ u ofrecer bajas puntuales de apoyo. Pero qué ocurre cuando te golpea una tragedia y tú eres el jefe?
Independientemente de si es algo esperado o no, a corto o largo plazo, no hay posibilidad de evitar que los tiempos difíciles nos llegan a todos en algún momento. La clave para tu propio bienestar y la salud de la empresa es aprender a reconocer las señales de alerta y desarrollar estrategias para preservar ambos.
Aquí encontrarás algunos de los consejos clave para hacerlo, basados en nuestra propia experiencia y los percepciones adquiridas en los grupos y reuniones Vistage.
1. Qué, cómo, y por qué – identifica los desencadenantes
Es algo que escuchamos a menudo de nuestros Chairs: ser consciente de cómo las experiencias (tanto y positivas como negativas) en tu vida personal afectan a tu trabajo – y viceversa – te pondrá en en el camino correcto para modificar patrones de comportamiento y realizar cambios.
Las emociones son contagiosas. Así como la buena moral de la empresa alimenta la efectividad de los empleados, una cultura laboral tóxica puede afectar a la vida familiar. Y de igual manera, experimentar estrés fuera de la oficina puede tener ramificaciones en el tiempo de trabajo, tanto para ti como para la empresa misma.
El doctor Douglas McKenna, psicólogo industrial y de organizaciones, recomienda que los líderes aprendan a identificar la verdadera fuente de su estrés, con el conocimiento de que la causa no siempre es lo mismo que el efecto.
Por ejemplo, si tu manera habitual de abordar los problemas es tranquila, quizá el motivo de que hoy te sientas incapaz de pensar con claridad está más relacionado con unas malas noticias. Y a la inversa, ¿aquella discusión con tu pareja sobre una cuestión familiar trivial, era el motivo real de tu mal humor o es que estás buscando una vía de escape para la preocupación que sientes sobre las cuentas trimestrales? A las emociones les gusta disfrazarse: en los negocios, la ira puede manifestarse como prisa, la ansiedad como un exceso de precaución, o la tristeza como un letargo.
Dar un paso atrás y reconocer los auténticos orígenes del estrés te ayudará a sentar las bases del camino para ser capaz de lidiar con los problemas.
2. Cuídate
Y esto aplica tanto si estás en medio de una crisis personal, como si no. Reservar tiempo para tu cuidado personal te dotará con las herramientas que necesitas para gestionar una crisis que podría llegar y que, de hecho, algún día lo hará.
Las actividades pueden ser muy variadas para cada tipo de líder. La empresaria Arianna Huffington cree que el secreto del éxito empresarial es priorizar el sueño, dice que “un día efectivo en el trabajo comienza la noche anterior”. Practicar mindfulness o atención plena, también es una forma popular y poderosa para que los CEOs se mantengan centrados en épocas agitadas. Jeff O’Shea, CEO de Intellitouch Communications, asegura que su paseo en bicicleta por la mañana al trabajo le brinda el espacio de transición hogar – trabajo que necesita para reflexionar sobre cualquier preocupación o problema. Y para ti, podría ser cualquier cosa, desde una clase de yoga semanal hasta ir a pescar.
3. Planifica tu negocio, planifica tu vida
Nadie soñaría con dirigir un negocio sin un plan sólido: falla para planificar, y planifica para fallar, como afirma el dicho. En tu vida, a diferencia de los negocios, eres el único responsable del éxito, por lo que debes pensar detenidamente sobre qué necesitas en tu hogar para poder mantener el éxito profesional.
Tanto si contratas a un Mentor, como si simplemente te descargas una aplicación de análisis de comportamiento (como Happify). Llegar al punto crucial de lo que realmente importa en tu vida te permitirá tener tiempo para las cosas que nunca querrás perderte. Tal vez nunca quieras perderte el Día del deporte o el Día de juegos de la escuela de tu hijo. Independientemente de lo que no sea negociable en tu “vida plena”. Al ponerlo sobre el papel te asegurarás de que estás tan comprometido con ello como lo estás con tus objetivos comerciales a cinco años.
Para lograrlo, un marco a considerar es el de las tres O:
Out-come (Resultados): Empieza con una visión clara de lo que quieres de la vida, teniendo en cuenta los valores y las pasiones. ¿Cómo ves esa vida de ensueño en 2, 5 y 10 años? ¿Cómo beneficiaría esa vida a tus personas más cercanas, en casa y en el trabajo?
Obstáculos: Pregunta qué te impide lograr esta realidad. ¿Es porque sientes que es autoindulgente darte prioridad a ti mismo? De hecho no lo es, y en realidad, es esencial. Cuestionarte cada creencia o miedo auto-limitante, a su vez, te hará darte cuenta de que tienes el control de tu propio futuro.
Opciones: Recordar que siempre tienes una opción te permitirá tomar esas decisiones. La vida (y el trabajo) son una serie de compromisos, pero al darte cuenta de que tienes el control, encontrarás la confianza para perseguir sus objetivos, en beneficio de todos los que lo rodean.
Crea el tiempo y el espacio que necesitas
Ya tienes tu plan de vida, ahora hay que hacerlo realidad. Un buen ejercicio es mantener un registro del tiempo. Tal vez utilizando una herramienta de seguimiento como Toggl, de todo lo que haces durante una semana. Comprender no solo cómo lo estás utilizando, sino también dónde estás perdiendo un tiempo valioso.
Un plan bien articulado, integrado con las prioridades de tu negocio, te permitirá garantizar aquellas cosas que son más importantes para ti. Por ejemplo, podrías bloquear tu hora de la comida para hacer una caminata que aclare tu mente. Minimizaando la tentación de quedarte trabajando y evitas las interrupciones. O puedes crear una nueva prioridad personal, por el bien de la familia y por tu bienestar mental.
Tal como explica Jack Dorsey, CEO de Square y cofundador de Twitter, construir rituales en tu horario de trabajo ayudará a minimizar los efectos inesperados. “La disciplina, el enfoque y la organización te ayudarán a que no seas tu peor enemigo, evitando el caos en tu vida”.
Ten un plan B
Eres CEO, no eres sobrehumano; esto es algo que a menudo citamos en las reuniones de Vistage, y vale la pena recordarlo cuando la vida se complica.
Es importante establecer contingencias para circunstancias personales imprevistas de la misma manera que harías un plan de salida, de sucesión, o de baja por maternidad. Hacerlo significará que incluso en el peor de los casos, tendrás la libertad de tratar con tus problemas personales directamente y recuperar el enfoque psicológico en tu propio tiempo sin la carga adicional de preocuparte por los avances diarios del negocio.
Una buena manera de poner a prueba tu plan sería testeándolo. Consolidando una delegación efectiva como parte rutinaria de la estrategia de liderazgo y delegando en un miembro del equipo competente en quien confíes.
No lo escondas
No es sano embotellar nuestros sentimientos. A nivel personal, la mayoría de nosotros lo sabemos, pero en ciertos sectores todavía existe la creencia estoica de que debemos reservarnos nuestros problemas personales.
Si bien puede parecer inadecuado que un CEO comparta sus problemas cuando los tiempos son difíciles. Hay estudios que afirman que compartir los problemas personales puede tener una aceptación positiva. Al analizar qué es lo que hace que los equipos sean más efectivos, el Proyecto Aristóteles de Google descubrió que la “seguridad psicológica”- por ejemplo, sentir que puedes abrirte sobre cualquier factor en juego en tu vida privada afectando a tu actitud-, fue esencial para crear un espacio en el que los equipos pudieron proponer y asumir riesgos empresariales. Este hecho está respaldado por el concepto de “Candor Radical “en los negocios, que ya descubrió que los empleados y colegas valoraban la transparencia total cuando se trataba de discutir temas espinosos en el lugar de trabajo.
Por supuesto, la cultura laboral tiene matices diferentes en cada país, pero cada vez hay más evidencias de que, especialmente en el contexto laboral millenial, los empleados responden positivamente a los directivos que son humanos, abiertos y transparentes en todos los aspectos de su liderazgo.
No existe una forma correcta o incorrecta de afrontar una crisis personal; al igual que todos tenemos diferentes enfoques de liderazgo, cada uno de nosotros también desarrolla unos mecanismos propios y únicos para afrontar lo inesperado. Esperamos que algunos de estos consejos te ayuden a encontrar lo que funciona en tu caso.
Este artículo se publicó originalmente en el blog de Vistage UK en inglés, puedes leerlo aquí.