Liderazgo

La guerra por el talento se intensifica, sin fin a la vista, ya que los puestos de trabajo disponibles siguen superando a las personas que buscan empleo. Las tasas de abandono alcanzaron un récord de 4,5 millones en marzo. Mientras tanto, según nuestra reciente investigación en Vistage, el 65% de los CEOs de pequeñas y medianas empresas (PYMES) planean aumentar su plantilla durante el próximo año.

Mientras que la tecnología es un gran aporte para las empresas por su capacidad de mejorar la productividad y el rendimiento, la escasez de talento ha reforzado que las personas son el motor de la empresa. De hecho, la investigación de Vistage muestra que el 72% de las PYMES cree que los problemas de contratación afecta directamente a su capacidad de operar a pleno rendimiento. El valor del talento se ha disparado debido a su escasez y su dificultad para encontrarlo. Actualmente, los empleados tienen más poder que nunca. Como resultado, la retención de talento se ha convertido en el dato más importante en la estrategia de un CEO.

Los líderes empresariales se enfrentan a una serie de factores que están fuera de su control (por ejemplo, una pandemia mundial, una guerra internacional, la ralentización de la cadena de suministro, la inflación e incluso la escasez de candidatos para trabajar). Sin embargo, la retención -una de las cuestiones más relevantes e influyentes de todas- es una responsabilidad que recae directamente sobre el CEO. Retener el talento en la empresa es la mejor herramienta de reclutamiento, así como la única manera de lograr una ventaja positiva en la incorporación de nuevos talentos frente a otras empresa. Aunque la remuneración es un factor importante, no implica que sea un factor determinante. La experiencia del trabajador, o la creación de un entorno laboral atractivo que motive a las personas a querer trabajar en el, es la forma más eficaz de potenciar la retención de talento.

La experiencia de los empleados puede desglosarse en tres pilares fundamentales: la cultura de la empresa, el entorno laboral y el CEO.

Cultura de la empresa

La cultura de la empresa ha sido durante mucho tiempo responsabilidad del CEO, pero se ha vuelto aún más importante, e incluso más desafiante, con el aumento del teletrabajo o trabajo híbrido. Una cultura empresarial sólida puede unificar a los empleados, ya sea en persona, a distancia o un punto intermedio entre ambos. El trabajo más desafiante para un director general es conseguir establecer su cultura empresarial y que el resto de los trabajadores sean capaz de interiorizarla. La cultura es un factor que puede impedir que un empleado solicite trabajo en otro lugar y hacer que un candidato elija una empresa en lugar de otra. Debe ser auténtica, y debe venir de arriba a abajo y debe ser el CEO el responsable de compartirlo con sus trabajadores.

Entorno laboral

En primera instancia, los líderes empresariales deben invertir regularmente en tener un espacio de trabajo físico. En el caso de los entornos de trabajo presenciales, esto significa garantizar que las instalaciones satisfagan las necesidades y deseos cambiantes de los empleados, así como ofrecer herramientas y tecnología que aumenten la eficiencia y la productividad de los empleados. Además, la flexibilidad se ha convertido en un aspecto cada vez más presente en el entorno laboral. Los CEOs están poniendo a prueba las diferentes formas de poder implantar un entorno laboral flexible en sus empresas. A medida que nos asentemos en la rutina, la flexibilidad se adaptará a las necesidades y responsabilidades de cada equipo: no existe una solución única para saber dónde y cuándo deben trabajar todos los empleados. Por ejemplo, las tareas individuales como escribir, analizar datos o completar el trabajo individual son más productivas si se hacen desde casa, pero la colaboración, la innovación, la resolución de problemas y la creación de equipos son aspectos más adecuadas para trabajar en persona. Además, los directivos de empresas híbridas tienen ahora la responsabilidad de crear un lugar de trabajo sin interrupciones cuando un empleado trabaja desde casa un día y desde la oficina al siguiente. Garantizar que los empleados estén igualmente equipados en casa y en la oficina requerirá un ajuste en los próximos años.

CEO

La gente no deja las empresas, deja CEOs. Los directores controlan y determinan toda la experiencia laboral de sus empleados: Influyen en su desarrollo profesional, definen sus tareas y actividades, miden su rendimiento e incluso determinan su crecimiento y salario. Nadie tiene mayor influencia en la experiencia diaria de un empleado que su jefe. Y el trabajo de nadie se ha vuelto más difícil como resultado de la pandemia. Con el aumento de la presión para retener a los empleados, el nuevo CEO es más que un simple director: Es un líder, que crea la visión de su grupo de trabajo y determina cómo se conecta con la misión general de la empresa; es un conductor de la cultura, que la difunde a sus empleados, que pueden ser una mezcla de personas que trabajan de forma remota o presencial; es un entrenador, que impulsa el desarrollo profesional de los empleados a nivel individual. Los CEOs se han convertido en el elemento más crítico de la experiencia del empleado. Los directores generales deben asegurarse de que los managers y responsables de departamentos estén alineados con la estrategia y los objetivos generales de la empresa, buscando un diálogo transparente y abierto. Además, la formación y el desarrollo regular del liderazgo se han convertido en factores determinantes de la empresa que mejoran considerablemente la experiencia del empleado.

Mientras persista la lucha por la búsqueda de talentos entre las empresas, los empleados tendrán la sartén por el mango a la hora de decidir si se quedan en un puesto o buscan otro. Si determinan que su experiencia actual no cumple sus requisitos o necesidades, tendrán un amplio abanico de opciones a su alcance. Los directores generales que ofrecer una experiencia profesional de calidad a sus empleados son más propensos a atraer y retener el talento con mayor facilidad, a pesar de los desafíos y obstáculos externos. Podemos anticipar que los factores externos seguirán afectando el mundo empresarial en los próximos años. Controlar lo controlable nunca ha sido un mandato más imperativo para los CEOs, y nada es más controlable para el CEO que la experiencia profesional que crean para sus empleados.

Este artículo se publicó primero en Vistage US, puedes leer la versión original en inglés aquí.