Si tus equipos siguen trabajando en remoto y por más tiempo del que pensabas, aquí te mostramos cómo preservar la cultura y mantener la productividad de manera permanente.
Antes del inicio de la crisis del coronavirus, el 38% de las pequeñas y medianas empresas ofrecían el trabajo a distancia como una opción para los empleados. Desde entonces, el trabajo a distancia se ha transformado en un modus operandi que permite el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, es una práctica recomendada para mantener a los empleados protegidos y contribuye a “aplanar la curva” de la propagación del coronavirus.
Sin embargo, la transición de los empleados al trabajo remoto es un proceso muy complejo. Como líder empresarial, es posible que te enfrentes a interrupciones en su flujo de trabajo, problemas de productividad, problemas técnicos, cambios culturales, etc. Aquí encontrarás seis tácticas para ayudarte a superar estos obstáculos y a gestionar tus equipos en remoto incluso después de esta crisis.
1. Asegura una comunicación abierta y frecuente
Para fortalecer la confianza y mantener a tus empleados conectados, vuelve a crear los mismos rituales de comunicacione que tenías antes. Y agrega nuevos puntos de revisión para mantener a todos alineados en los planes y asegurarte de que se satisfacen las necesidades cambiantes de los clientes.
2. Conserva orden y limpieza tus herramientas y prácticas tecnológicas
No permitas que tus equipos implementen sus propias herramientas de trabajo remoto; asigna una única plataforma que satisfaga las necesidades de todos. Luego, solicita que cada empleado tenga una cuenta activa que realice funciones básicas. Eso significa tener las aplicaciones correctas instaladas, los complementos correctos descargados, los números de marcación apropiados para los participantes internacionales, etc. Si no haces cumplir estas reglas, espera un retraso de 10 minutos, como mínimo, al comienzo de cada reunión.
3. Inicia cada reunión con un propósito.
Cuando dirijas una reunión, primero proporciona un breve resumen del tema en cuestión y comunica el propósito de la reunión. Por ejemplo, podrías decir: “Estamos aquí hoy para poner al día al equipo de contabilidad sobre los costes incrementales asociados al trabajo remoto”. Revisa quien está conectado y repasa la agenda. Luego, establece un protocolo sobre cómo las personas pueden contribuir, como usar herramientas para participar, turnarse para hablar o usar funciones de chat. Si una conversación entre personas dura demasiado, pídeles que la desconecten.
4. Aprovecha las plataformas de conferencias web
Para que tus llamadas sean más productivas e interactivas, aprovecha las funciones que ofrecen las plataformas de conferencias web. Las funciones de chat invitan a las personas a saludarse, enviar mensajes, compartir enlaces y hacer comentarios. El uso compartido de pantalla puede facilitar que los participantes sigan una presentación. Las cámaras web pueden hacer que las reuniones sean más personales mientras mantienen a los asistentes comprometidos y responsables. La función “silenciar todo” es útil en caso de ruido de fondo. Grabar la sesión también es útil si necesitas compartirla más tarde.
5. Concluye cada reunión con un plan estructurado.
Termina cada reunión con un resumen de los elementos de seguimiento y confirma las expectativas para los próximos pasos y fechas límite. Solicita comentarios o feedback, agradece a los participantes y finaliza la reunión de inmediato. Sobre todo, valora el enviar un correo electrónico de seguimiento para describir los aspectos más destacados y las tareas pendientes.
6. Impulsa el compromiso con las comunicaciones multicanal
La forma en que te comunicas con tus empleados es fundamental para mantenerlos comprometidos. Busca nuevas formas de compartir información, informar de los progresos y celebrar el éxito de manera virtual, ya sea a través de newsleters para empleados, notificaciones de texto o el uso eficiente de una intranet.
Esta entrada se publicó primero en Vístage US, puedes leer la versión original en inglés aquí.