No hay duda de que la pandemia ha introducido cambios profundos y permanentes en cómo y dónde trabajamos. Esto, junto con la demanda insaciable de trabajadores, ha creado lo que muchos llaman la Gran Renuncia. Sin embargo, lo que está sucediendo no se trata realmente de que las personas renuncien a sus trabajos. Se trata de un realineamiento y migración hacia dónde, cómo y cuándo los trabajadores quieren trabajar. En realidad, es una «revolución» de los trabajadores en la que los trabajadores están determinando si trabajarán desde casa, en la oficina o en una combinación, junto con una variedad de otras decisiones que normalmente tomaría el CEO.
Por su parte, los Directores ejecutivos están luchando por tomar las decisiones correctas para el futuro de sus organizaciones. Están trabajando en un territorio completamente inexplorado sin experiencia, precedentes o soluciones comprobadas para determinar el camino correcto. Sin embargo, es necesario tomar decisiones sobre cómo operarán las organizaciones, las expectativas de los empleados y las determinaciones para dar seguridad a la fuerza laboral. El truco estará en asegurarse de que las decisiones de los líderes se alineen con las de su fuerza laboral. Si no se alinean, los resultados podrían ser catastróficos.
Entonces, ¿cómo descubren los CEO cómo tomar estas nuevas y difíciles decisiones? Hay cinco factores fundamentales que deben considerar al determinar el futuro exitoso de su fuerza laboral.
1. El dinero importa
El salario sigue siendo una fuerza impulsora en las renuncias de empleados, y los empleadores aún pueden usar la compensación para mejorar sus probabilidades de atraer y retener empleados. Según un informe reciente, el 63 por ciento de los CEOs dicen que están aumentando los salarios y el 21 por ciento ofrece bonificaciones de contratación.
2. El desarrollo de los empleados puede marcar una gran diferencia
Detrás del salario, el desarrollo de los empleados se ha convertido en el arma secreta para competir por el talento. Esto puede ser un poderoso diferenciador para los empleados con opciones en el mercado laboral y también tiene un impacto radical en la retención. Los empleados pueden comparar y contrastar las ofertas de desarrollo profesional de las empresas y asegurarse de que el desarrollo de liderazgo, el bienestar personal y las habilidades profesionales y la capacitación que se ofrecen estén en línea con sus objetivos y aspiraciones profesionales. Más que una inversión inteligente en talento, hacer de la formación y el desarrollo un diferenciador competitivo es una inversión a largo plazo en el éxito de la organización.
3. Se requieren nuevas habilidades para los CEO
El rol del gerente, siempre importante para la eficiencia y el éxito de cualquier organización, se ha vuelto mucho más crítico y también muy complicado en entornos remotos e híbridos. En un mundo remoto, el rendimiento y la producción son las únicas métricas. Los directivos deben convertirse en motivadores, estableciendo estándares que alienten a las personas a cumplir sus objetivos. Los conjuntos de habilidades de los gerentes de primera línea tendrán que repensarse y desarrollarse radicalmente.
4. Todo se reduce a una «cultura combinada»
Reformar la cultura es esencial, especialmente si las empresas no quieren perderse el próximo aumento de productividad. La cultura de una organización ahora incluirá interacciones en persona y trabajo independiente remoto. Mantener esta «cultura combinada» de experiencias tanto físicas como virtuales es un gran desafío. Los líderes y gerentes deberán redefinir sus culturas para sacar el mejor desempeño y contribuciones, donde sea que trabajen los empleados. Se obtiene una ganancia masiva de productividad como resultado del trabajo híbrido, donde se obtienen los beneficios de trabajar juntos para innovar, colaborar y resolver problemas, junto con el poder del tiempo independiente para hacer las cosas de la manera que mejor funcione para los empleados individuales.
5. Céntrate en cómo potenciar la productividad personal
La revolución de la fuerza laboral que está ocurriendo ahora no es tan diferente de la revolución industrial o la revolución digital; todas han tenido como objetivo alcanzar nuevos niveles de productividad. Hoy, los trabajadores tienen una nueva oportunidad para crear, generar y cumplir sus aspiraciones de tener éxito en sus esfuerzos y perseguir sus pasiones. Los líderes tienen un papel importante que desempeñar para ayudar a sus empleados a lograr sus objetivos. Hay tremendas oportunidades de beneficio para todos si los líderes pueden preparar sus organizaciones.
En el futuro, las organizaciones exitosas habrán construido culturas que empoderen a sus empleados para crear e innovar. Los líderes deben pensar y actuar en este objetivo ahora. La oportunidad es no solo generar nuevos niveles de productividad, sino también dar rienda suelta al genio interior que todos llevamos dentro. Es demasiado grande e importante para perderlo.
Este artículo se publicó primero en Vistage España, puedes leer la versión original en inglés aquí.